8.3. Radiología infantil
En teoría no es imprescindible habilitar expresamente
una sala de radiología para obtener radiografías infantiles. En lo que al
equipo se refiere, cualquier sistema estudiado para radiología convencional
podría ser adecuado. De hecho no se destinan equipos a radiología pediátrica
más que en los grandes hospitales con servicios clínicos específicos.
En aquellos lugares en los que existen, las salas de
radiología infantil deben caracterizarse principalmente por la suavización de
los perfiles de los equipos y el camuflaje de aquellas estructuras o
componentes de la sala que pudieran atemorizar a los niños. La colocación de
carteles con motivos infantiles, de vivos colores, globos u otros juguetes
simples que puedan servir de premio, se consiguen buenos resultados en la aceptación
de la manipulación clínica por parte de los niños. En los casos en los que no
se obtiene la colaboración del niño resulta necesario recurrir a los
dispositivos de inmovilización. Estos pueden ser de varias clases, bandas
compresoras que se acoplan a los tableros mediante raíles, piezas anatómicas de
goma o esponja que permitan embutir los miembros, el cráneo, etc., dispositivos
mecánicos para sujeción o elevación...
El uso de protectores gonadales debe ser generalizado
en cualquier exploración, incluso en adultos, pero en el caso de los niños el
acto de proteger los genitales cobra una máxima importancia por la actividad
celular de las gónadas y la mayor sensibilidad que presentan a las lesiones
producidas por la radiación ionizante.
8.4. RADIOLOGIA DENTAL
8.4.1. Radiología Dental Intraoral
La radiología
dental intraoral ha empleado desde su inicio tubos de rayos X de ánodo
estacionario (Fig.8.8). Construidos de wolframio y empotrados en cobre,
consiguen una excelente disipación del calor. Esto ha sido posible gracias a
las pequeñas cargas que se necesitan para obtener una radiografía dental
simple, por lo que no hace falta rectificar la corriente alterna con
dispositivos electrónicos innecesarios: el propio tubo actúa como rectificador
y emite rayos X únicamente en la fase de ánodo positivo (media onda). El equipo
se acopla a un brazo articulado que permanece próximo al campo de trabajo del
odontólogo, unido a una columna móvil o fijo a otro soporte estacionario. Así
se le confiere al tubo la movilidad necesaria para obtener las distintas
proyecciones de odontología (Fig.8.9).
Como el producto de la corriente de filamento y el
tiempo de exposición (mAs) son constantes en la mayor parte de los aparatos de
radiología dental, solamente es posible controlar la exposición mediante la
manipulación de la alta tensión.
La Unión Europea recomienda aparatos de radiología
intraoral que funcionen con 70 kV, 8 mA, colimadores de 20 cm de longitud y 1’5
mm de Al. Es la única técnica que sistemáticamente utiliza película de
impresión directa, sin chasis ni hoja de refuerzo. Y aunque el revelado
automático de la película radiográfica va aumentando progresivamente, el 90 %
de las instalaciones utilizan el revelado manual
8.4.2. Radiología Panorámica.
Un método especial de obtención de imágenes
panorámicas de las arcadas dentarias es la ortopantomografía o Radiología
Panorámica (Fig.8.10). En la tomografía convencional lineal se proyecta un
plano del cuerpo en otro plano, la película. Pero es posible también obtener la
imagen de un plano elíptico determinado a la vez que se difuminan las
estructuras adyacentes. Como las estructuras de nuestro cuerpo que siguen un
plano elíptico regular son muy pocas, la técnica de obtención de este tipo de
tomografías convencionales se ha desarrollado únicamente para el cráneo y, más
concretamente, para la obtención de imágenes en odontología que incluyan los
maxilares, las arcadas dentarias y la mandíbula. Por su forma aproximadamente
semicircular o elíptica, la estructura dentaria puede proyectarse como una
imagen relativamente nítida, con las zonas adyacentes borrosas. Los componentes
principales del equipo son: •Un tubo de rayos x. •Un portachasis semicircular y
giratorio. •Un arco de sujeción para tubo y portachasis. •Un dispositivo para
el posicionamiento de la cabeza. •Chasis de la forma y tamaño adecuados.
Mediante un colimador rectangular adosado a la ventana del tubo, colocado de
forma vertical, se obtiene un fino haz de radiación. El tubo y el portachasis,
montados en un arco en C de brazo mayor horizontal, se mueven durante la
exposición alrededor de la cabeza del paciente, que permanece fija: el tubo por
delante, el portachasis por detrás de la cabeza. Al mismo tiempo el chasis gira
en torno al eje de su propio radio de curvatura y va pasando por delante de un
colimador que posee una estrecha abertura vertical, de modo que se presenta en
cada momento una porción sin exponer de la película radiográfica. Por lo tanto,
un haz estrecho de rayos X barre la película que se mantiene en movimiento
circular uniforme durante la exposición.
Los colimadores del haz a la salida del tubo y a la
entrada del chasis reducen considerablemente la cantidad de radiación dispersa
que se produce y, por lo tanto, también la que alcanza a la película. El eje de
rotación del conjunto tubo-portachasis va cambiando durante la exposición para
conseguir la forma elíptica de la arcada dentaria, lo cual ocasiona un plano
tomográfico panorámico y elíptico, relativamente grueso, cuyo ángulo de
exposición es menor de 50º. El dispositivo de sujeción de la cabeza consta, por
lo general, de unas abrazaderas de sujeción con goma de espuma, u otro material
radiotransparente, un apoyo para el mentón y un cilindro de mordida que asegura
la colocación correcta de los dientes para el plano de corte. Este cilindro
presenta dos muescas, una para su acoplación en el soporte que lo sostiene, ya
que son cambiables en cada exposición. y otra para la colocación de los
incisivos centrales. El chasis, de 12,5 x 30 cm, o de 12,5 x 35 cm, puede ser
de metal rígido o de plástico flexible. De cualquier modo, se coloca en el
portachasis que girará en torno a la parte posterior de la cabeza. Una
exploración cada vez más frecuente es la infancia es la Telerradiografía dental
para la realización de la Cefalometría (medida de los diferentes distancias y
ángulos entre las estructuras dentales) imprescindible en Ortodoncia, y que se
realiza sobre una proyección lateral y anteroposterior de cráneo, mediante unos
dispositivos acoplados al propio aparato de Radiología Panorámica. En esencia
constituyen radiografías de cráneo blandas (para el estudio de partes blandas)
realizadas a una distancia fija. (Fig. 8.11)
8.5. Radiología Vascular e Intervencionista.
El progreso que se ha experimentado en este campo de
la imagen diagnóstica ha sido de los más espectaculares. En la actualidad
pueden obtenerse imágenes de todas las arterias individuales, las cavidades
cardíacas o las arterias coronarias; en cambiadores de película, cine
radiografía o por sustracción digital.
Muchas de las instalaciones de angiografía que operan
en la actualidad lo hacen usando un tablero flotante, con mayor capacidad de
movimiento longitudinal de lo común, asociado a un intensificador de imagen que
puede operar sobre o bajo el tablero (Fig.8.12).
Como la representación de los vasos está sujeta a
superposiciones constantes de los mismos, es preciso en muchos casos obtener
proyecciones ortogonales en un tiempo corto, por lo que es frecuente ver que en
estas salas se utilicen dos tubos de rayos X, e incluso tres, y sean necesarios
un par de generadores para asegurar el suministro de alta tensión a cualquiera
de los tubos operantes de la instalación, con el aumento del gasto que esta
dotación supone para cualquier presupuesto. Sólo hay unidades de angiografía en
centros especializados en patología coronaria o vascular y en grandes
hospitales, donde el volumen de pacientes justifica la gran inversión en
material y medios técnicos.
Los equipos de angiografía general más avanzados se
caracterizan por (Fig.8.12 y Fig.8.13): -El diseño especializado de su soporte,
con brazo sustentador multiposición en forma de C y con isocentro de altura
variable a motor. -Las guías de suelo y techo (rieles) permiten desplazamientos
largos del arco en la dirección del eje longitudinal del paciente, con sistemas
de desplazamiento escalonado guiados por ordenador. - El mecanismo de mesa
desplazable o flotante, con movimiento hidráulico de elevación y descenso y una
amplitud de movimiento que permite la exploración de cabeza a pies sin
movilizar al paciente. Mediante el conjunto es posible obtener proyecciones
isocéntricas en varias direcciones, es decir, en torno al eje del objeto y de
la cabeza a los pies, con acceso libre a él por todos los lados. Hay que tener
en cuenta que el movimiento cardíaco exige tiempos muy cortos de exposición,
menos de 10 mseg, y velocidades de toma de 12 a 15 y de 50 a 60 imágenes por
segundo. - Avanzada fluoroscopia para seguir el recorrido de la punta radiopaca
de un catéter, cuando se pretende introducir en un vaso o lugar concreto.
Cuando se cree que el catéter está en el lugar apropiado, se efectúa una
inyección manual de prueba con una pequeña cantidad de contraste, y se procede
a la inyección rápida del medio de contraste concentrado por medio de un
inyector a presión especial. Se cuenta con modernos intensificadores de imagen,
de gran formato y totalmente integrados, que se pueden colocar y angular bajo o
sobre la mesa y que ofrecen condiciones óptimas para la obtención de
radiografía indirecta, con cámara de hasta 100 mm (Fig.8.13).
La distancia que separa el intensificador del foco de
rayos X es regulable. Se recomienda especialmente la posición bajo mesa del
intensificador con el objeto de obtener la máxima distancia focointensificador
(en algunos arcos de hasta 120 cm), de modo que operemos bajo las mejores
condiciones geométricas de la imagen y la menor dosis de radiación para los
profesionales expuestos que se encuentran junto al paciente. Existe normalmente
un indicador digital de esta distancia.
El cambio de posición del intensificador de arriba a
abajo, o viceversa, se lleva a cabo de modo semiautomático o manual,
dependiendo del modelo. Quedando almacenada la posición inicial se comienzan
los movimientos necesarios para invertir las posiciones tubo-intensificador. -
El colimador del tubo de rayos X cuenta con un pulsador-temporizador para el
haz luminoso de centraje; aunque suele ser automático en la mayor parte de sus
funciones, lo que quiere decir que ajusta la colimación a la medida del soporte
que se usa, ya sea intensificador, película o rollo de película para cine
radiografía. Cuenta con una unidad de memoria propia para ajustar la colimación
a campos previamente seleccionados con el tamaño establecido con anterioridad y
pueden también memorizar el último campo utilizado y los filtros que se
asociaron a una determinada proyección. La mayor parte de los equipos cuentan
con una cámara asociada al intensificador, para impresionar películas de
emulsión por una cara, que se abre o cierra automáticamente al insertar o
retirar el chasis. En angiografía se precisa un gran número de exposiciones y
no es posible perder el tiempo cuando el contraste radiológico está en
movimiento, por lo que los chasis están especialmente diseñados como depósitos
estancos a las radiaciones, que pueden suministrar cien películas o más y que
avisan mediante testigos luminosos de la carga de películas o la disponibilidad
del sistema. La cámara cuenta con inscriptor de datos del paciente en cada
película, mediante la inserción de una tarjeta de cartón con la información
escrita.
8.6. Densitometría ósea
Las técnicas
radiológicas basadas en la informática se están imponiendo paulatinamente en el
radiodiagnóstico médico. Un ejemplo de una nueva aplicación de la imagen
digital en Radiodiagnóstico lo constituye la determinación cuantitativa de la
cantidad de calcio que hay por grama de tejido óseo: la densitometría ósea
Consiste en un aparato relativamente sencillo que
consta de un emisor de radiación que es habitualmente un tubo de rayos X
colocado bajo la cama del paciente, y al otro lado del paciente una serie de
detectores de radiación dispuestos en línea y que efectúan un barrido sobre la
zona que se desea estudiar (Fig.8. 14). Simultáneamente se van almacenando las
lecturas realizadas en un ordenador. Posteriormente, es posible sacar una
imagen en pantalla, que no tiene calidad diagnóstica, pero sirve para
determinar la zona que deseamos cuantificar y sobre la que se van a efectuar
una serie de medidas cuantitativas y su comparación con las tablas medias
obtenidas de la población en general o control. Lo más habitual es el estudio
de los cuerpos vertebrales lumbares, sobre todo L4 y L5, de las caderas, del
escafoides y del calcáneo.
La exploración se completa en unos pocos segundos y
la dosis de radiación utilizada es muy baja, mucho menor que la de una
radiografía normal o digital. La imagen no es útil desde el punto de vista del
diagnóstico morfológico y sólo sirve para seleccionar la zona en la que se
desea cuantificar su densidad.
Es normal que,
a partir de los 30 años, empecemos a perder calcio de los huesos y,
consecuentemente, masa ósea. En mujeres pre menopáusicas la pérdida puede ser
demasiado rápida, encontrándonos con que pocos años después se pueden encontrar
con un elevado riesgo de fractura por osteoporosis. La densitometría ósea trata
de cuantificar las pérdidas y evaluar los niveles de osteopenia u osteoporosis,
así como evaluar la eficacia de los tratamientos impuestos a la paciente. .
De las cifras obtenidas se puede deducir, siguiendo
unos patrones estándar, la masa ósea del paciente y compararla con la población
de la misma edad y sexo. Las indicaciones básicas de la densitometría ósea son:
menopausia precoz., tratamiento de corticoides. y el déficit de estrógenos.
La detección precoz de pérdidas rápidas permite la
adopción de medidas terapéuticas e higiénicas que pueden retrasar la
osteopenia, por otra parte inevitable con el paso del tiempo. El incremento de
la esperanza de vida de la población, unido a la extraordinaria frecuencia de
aplastamientos vertebrales en edad avanzada y al grave riesgo que significan
las fracturas de cadera, han hecho esta exploración muy solicitada por
ginecólogos, geriatras y médicos de atención primaria.
Existe también la posibilidad de determinar la
densidad ósea con tomografía computarizada, pero es un procedimiento mucho más
caro. También hay densitómetros que evalúan la masa ósea con ultrasonidos que
atraviesan el calcáneo detectando a la salida la disminución de intensidad del
haz. Sin embargo, cada vez es más importante la densitometría dual fotónica o
densitometría ósea con rayos X como la exploración más adecuada para la
determinación de la cantidad de calcio que permanece en el tejido óseo.
8.7. EQUIPOS MÓVILES
El transporte de un equipo de radiología es
fundamental en las instituciones sanitarias que cuentan con salas de cuidados
intensivos, de urgencias, quirófanos y en todos aquellos casos en que no sea
posible trasladar al paciente desde su emplazamiento a la instalación de
radiología. En función del tipo de exploración que se precise se pueden
encontrar varias clases de equipos portátiles: hay sistemas de radiografía
simple para personas encamadas y hay sistemas mucho más complejos para
radiología intraoperatoria que cuentan con los más modernos tratamientos de
imagen en vídeo. Entre los más frecuentes se encuentran los que constan de un
generador, un tubo de rayos X, un sistema de transporte motorizado y alimentado
por batería, un brazo articulado que confiere gran movilidad al tubo de rayos X
y un conjunto colimador del haz de radiación y del haz luminoso de centrado.
Son unidades a las que se han ido adaptando acumuladores eléctricos tanto para
la motorización de su sistema de transporte como para la emisión de rayos X.
Con ello se evita tener que conectar el aparato en el momento de la exposición
que suele ser en salas de cuidados intensivos, quirófanos y, en general,
lugares en los que numerosos dispositivos eléctricos pugnan por una toma de
corriente. El acumulador precisa, para obtener la máxima autonomía, un período
de carga de entre cuatro y seis horas y posee un indicador luminoso que expresa
la reserva de energía. Los tubos de rayos X que se acoplan a las unidades
portátiles de radiografía son modelos de ánodo giratorio y de doble foco, lo
que permite realizar con éxito radiología de alto voltaje (125-150 kV) y
traumatológica con rejillas anti difusoras; así como obtener imágenes
abdominales o de columna intraoperatorias. Para ello van provistos de sistemas
colimadores del haz de radiación y haz luminoso de centraje que son
extraordinariamente eficaz y muy similar a los que se utilizan en los tubos de
rayos X de los equipos estacionarios.
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